viernes, 27 de febrero de 2009

EL TELEFONO, UN DESCUBRIMIENTO ACCIDENTAL

Durante estos ensayos el profesor Bell indicó a varios amigos la posibilidad de transmitir eléctricamente la palabra hablada, y es evidente que conocía los intentos hechos por Reis en ese sentido. Se le aconsejó, sin embargo, que perseverase en el desarrollo de su telégrafo armónico; y el teléfono parlante inventado por Bell debe en parte su existencia a un descubrimiento casual hecho durante estos experimentos telegráficos. Su mecánico, Tomás A. Watson, informa que él estaba encargado el 2 de junio de 1875 de hacer vibrar uno de los resortes en la estación emisora de una corta línea en un desván en la calle Court, en Boston, mientras el profesor Bell estaba concordando un resorte en otra habitación en el otro extremo de la línea. Los dos cuerpos que se ponían en contacto por la vibración del resorte accidentalmente llegaron a soldarse por el calor de la chispa que entre ambos saltaba, y Watson, tratando de romper esta unión tiró del resorte varias veces.

El profesor Bell se precipitó desde la habitación inmediata gritando: "¿Qué estaba usted haciendo? " , Bell había oído el sonido exacto del resorte emisor reproducido por el resorte en el extremo receptor de la línea. No necesitó mas que un momento para darse cuenta de que la vibración de una lámina colocada cerca de un electroimán conectado en un circuito cerrado haría variar a la corriente del circuito en intensidad y con igual frecuencia que la de las vibraciones de la lamina. Como el profesor Bell, lo mismo que antes su padre, era un perito en la ciencia del sonido, y había dedicado muchos años al problema de enseñar a los sordomudos a hablar vio rápidamente la posibilidad de reemplazar el resorte por un diafragma lo bastante grande para vibrar de acuerdo con las variaciones en la presión del aire producidas por la voz. Después de muchos experimentos con diafragmas de diferentes formas hizo su transmisor y su receptor que transmitían la palabra completamente bien.
La patente por este invento fue obtenida el 7 de marzo de 1876, y resultó ser la más valiosa que se haya obtenido nunca en cualquier país. El aparato fue presentado en la Exposición del Centenario, en Filadelfia , en el año 1876, y causó sensación entre los que fueron capaces de apreciar su importancia. Lord Kelvin, que, con Don Pedro del Brasil, estaba entre aquellos, al oír su misteriosa repetición de la palabra hablada lo calificó como la cosa más maravillosa de América. En 1921 había próximamente 13 millones de teléfonos conectados a las líneas de la American Telephone and Telegraph Company, y medio millón más sin considerar la propiedad; es decir, uno por cada ocho personas. Sus circuitos contenían 40.000.000 de kilómetros de hilo y sus empleados pasaban de 231.000. El promedio de los despachos transmitidos diariamente en esta red excedían los 33.000.000.
El receptor que se descolgaba del gancho usado hacia los primeros años del siglo XX era en esencia el mismo que empleó Bell en su aparato primitivo. La principal diferencia estaba en la substitución del núcleo de hierro dulce por un imán permanente, cambio que Bell introdujo en 1877. Al mismo tiempo, un grupo de investigadores en la Universidad de Brown realizó varias reformas en la construcción del teléfono, resultando de una forma más sencilla y reducida. Con este aparato perfeccionado el profesor Bell inauguró una serie de conferencias en varias ciudades, en las que describió y presentó su teléfono ante grandes auditorios.
Se organizó entonces la Bell Telephone Company, asociación de propietarios de patente "Bell", y empezó a alquilar teléfonos para usos privados a 10 dólares por año. En 1878 se formó la American Speaking Telephone Company, subsidiaria de la Western Union Telegraph Company, y procedió a construir teléfonos del tipo Bell, en abierta competencia con la primera compañía. Se hizo una importante mejora en el teléfono, casi simultáneamente por Emilio Berliner y Tomás A. Edison quienes, independientemente, indicaron la substitución de un micrófono como transmisor en vez del transmisor electromagnético de Bell. El micrófono de Berliner contenía una pequeña prominencia de metal mantenida en ligero contacto con una placa unida al centro del diafragma emisor, mientras que el micrófono de Edison contenía un contacto semejante de carbón con una placa de metal. En ambos aparatos, la cambiante presión de las ondas sonoras sobre el diafragma produce una variación correspondiente en la resistencia del contacto en el micrófono, haciendo con esto que la corriente en la línea varíe en intensidad con la misma frecuencia que las ondas sonoras. Reis hubiera obtenido un resultado semejante si hubiese impedido a su diafragma vibrante abrir el circuito.
La Western Union Telegraph Company compró la patente del micrófono de Edison, y como ella dirigía la mayoría de las líneas telegráficas del país llegó a ser un competidor serio de Bell.

HISTORIA DEL TELEFONO

Se cuenta que unos pocos años después de la introducción del telégrafo los operadores se entretenían, cuando no había mucho que hacer, marcando el compás de las canciones populares del día con sus manipuladores telegráficos. Muchos operadores llegaron a ser tan hábiles en este pasatiempo, que se reconocía fácilmente la canción por los golpes del receptor en el otro extremo de la línea. En 1854, Carlos Bourseul , en Francia, sugirió la idea de un diafragma conectado a uno de los dos contactos de una línea telegráfica, de modo que las vibraciones del diafragma al abrir y cerrar el circuito pudiesen producir corrientes intermitentes en la línea de la misma frecuencia que las ondas sonoras que actuaban sobre el diafragma. Explicó además que un diafragma semejante, colocado cerca de un electroimán en el otro extremo de la línea, debía vibrar por la atracción magnética y reproducir el sonido primitivo. Ninguna aplicación práctica se derivó de esta idea; pero en 1861, Felipe Reis, en Alemania, construyó un aparato que realizaba prácticamente el mismo propósito. Reis denominó a su instrumento " teléfono " y consiguió transmitir sonidos musicales con gran éxito; pero la transmisión del lenguaje resultó en general imperfecta. En 1874, Alexandro Graham Bell, profesor en la Universidad de Boston, se interesó en el estudio de los aparatos telegráficos "múltiplex", asunto popular en aquel tiempo, a causa del rápido desarrollo de la industria telegráfica. Concibió la idea de transmitir varios despachos por un solo hilo, mediante un cierto número de pares de resortes de acero.

jueves, 26 de febrero de 2009


¿Quièn invento el telefono?


Graham Bell vs Antonio Meucci



A lo largo de la historia este tema ha tenido gran contreversia, ya que las polemicas fueron muchas acerca de este gran invento, pero a continuacion veremos la respuesta a esta pregunta.
Antonio Giussepe Meucci, un italiano que vivió en el siglo XIX. Originalmente el invento fue bautizado como teletrófono en 1871. Por mucho tiempo se atribuyó el mérito a Alexander Graham Bell, debido a que él lo patentó primero, pero la idea fue de Meucci.
El 11 de junio de 2002 el Congreso de Estados Unidos reconoció a Meucci como el auténtico inventor de uno de los aparatos más utilizados en la vida diaria, el
teléfono.



jueves, 12 de febrero de 2009

1794
El telégrafo del ingeniero Chappe permite enviar un mensaje a unos veinte kilómetros de distancia. Es el precursor del teléfono.
1876
Graham Bell inventa el teléfono, pero aún no se puede llamar directamente a otro abonado. Primero hay que ponerse en contacto con la operadora, quer sirve de intermediaria.
1960
El teléfono tiene un disco para marcar directamente el número deseado. La primera central automática española se creó en 1923.
1980
El teléfono se moderniza. En España casi todas las familias lo tienen ya.
1990
El teléfono inalámbrico funciona con batería. Se puede llamar a una persona y hablar con ella desplazándose por cualquier lugar de la casa. Se coloca en un soporte para recargarlo.

PRIMEROS TELEFONOS


PRIMITIVO TRASMISOR MAGNÉTICO DEL PROFESOR BELL


PRIMER RECEPTOR DEL PROFESOR BELL



MODELO DEL PRIMER TELEFONO PROFESOR BELL





EL TELEFONO

NACIMIENTO DEL TELEFONO

El teléfono, objeto que fascinó a nuestros abuelos y que hoy parece tan familiar, es el resultado de muchos esfuerzos e invenciones para lograr que la voz humana se transmita a través de grandes distancias.
Su historia comenzó en el taller de Charles Williams, en la ciudad de Boston, donde se investigaba sobre la electricidad. El entonces nuevo descubrimiento que llenó de admiración al mundo entero inició la carrera para construir piezas y mejorar las maquinarias y aparatos electrodomésticos, abriendo nuevos caminos a la creatividad.
En dicho taller trabajaba Tomas A. Watson, quien sentía entusiasmo y simpatía por todo lo nuevo y se dedicaba de tiempo completo a la invención y perfeccionamiento de artilugios que funcionaran con electricidad.
Ahí tuvo lugar el feliz encuentro entre este inventor y Alejandro Graham Bell, quien tenía la cátedra de Fisiología vocal en la Universidad de Boston, y se había especializado en la enseñanza de la palabra visible (sistema inventado por su padre con el fin de que una persona sorda pudiera aprender a hablar).
El profesor estaba interesado en mejorar su “telégrafo armónico”, aparato de su invención con el que esperaba transmitir en clave Morse 6 u 8 mensajes simultáneos. Así llegó al taller con la finalidad de buscar cauce tecnológico para su invento y ambos creativos comenzaron a trabajar juntos.
Más adelante Graham Bell le dijo a Watson estas palabras: “Si pudiera hacer que una corriente eléctrica variara en intensidad precisamente como el aire varía en densidad durante la producción del sonido, podría transmitir la palabra telegráficamente”.
(1) Clave del invento que después se llamó teléfono.
Tras varios intentos, el sueño de Graham Bell pudo materializarse en 1876, con una conversación entre ambos personajes transmitida de una habitación a otra por medio de un aparato. Por primera vez se escucharon las palabras: “Señor Watson, venga, le necesito”. Esta transmisión se considera como el nacimiento del teléfono.
El nuevo invento fue presentado como una realidad en la Exposición del Centenario de Filadelfia en 1876, y a partir de entonces los avances en telefonía han sido extensos e impactantes hasta lo que hoy llamamos teléfonos celulares.